La mayoría de los métodos de extracción de garrapatas que aparecen en internet, como pinzas o ganchos no homologados, son peligrosos, ya que aprisionan estos parásitos y provocan que expulsen bacterias con mayor facilidad en el torrente sanguíneo del hospedador, sea humano o animal, lo que pueden conducir a desarrollar la enfermedad de Lyme. Así lo refleja un análisis de la Fundación SOS Lyme de vídeos y conversaciones en redes sociales, que aconseja extraer las garrapatas con ganchos autorizados como dispositivos sanitarios, en movimientos rotatorios hacia arriba.
Entre los 20 vídeos con más visualizaciones en YouTube y Tiktok, hubo 16 que no siguieron el método rotatorio recomendado de extracción y recomendaron pinzas, uñas, vaselina, esmalte de uñas, aceites o incluso alcohol con la intención de ahogar a la garrapata. Por otro lado, en un análisis de más de 23.000 menciones a las garrapatas en redes sociales realizado por 202Digital Reputation, se observó que la décima parte incluían referencias a remedios caseros para extraer o repeler las garrapatas, tanto en humanos como en animales, como baños con infusión de romero, vinagre de manzana, aceites esenciales, bebidas carbonatadas, ajo triturado, cenizas de cigarro, alcohol, aceite de motor, detergente y pinzas.
Esta advertencia llega junto a la alerta por el previsible crecimiento de la población de garrapatas, y sus picaduras, con la llegada del buen tiempo, con mayor vegetación en la que esconderse tras las lluvias de las últimas semanas. “Estamos preocupados porque cada año aumentan las picaduras de garrapatas, tanto en el campo como en la ciudad, en parques y jardines, que son los principales agentes transmisores de la enfermedad de Lyme. Es muy importante protegerse con ropa adecuada, y si nos ha picado, que nos retiremos la garrapata de manera correcta, con ganchos autorizados como dispositivos sanitarios, y acudir a un profesional sanitario para diagnosticar una posible infección”, explica el doctor Mariano Bueno, presidente de la Fundación SOS Lyme.
Enfermedad de Lyme, la gran imitadora
La enfermedad de Lyme es una patología infecciosa y multiorgánica que se transmite fundamentalmente a través de la bacteria Borrelia burgdorferi, que suelen transmitir garrapatas y otros insectos. Si no se aplican las medidas de contención temprana puede derivar en un Lyme crónico y grave, que puede causar incluso la muerte. Los principales síntomas de la enfermedad de Lyme son el eritema, migraña, dolor de cabeza, de cuello y de garganta, otros dolores en músculos y articulaciones, fiebre y escalofríos, fatiga y pérdida de apetito, inflamación de las glándulas, problemas neurológicos y cardiacos, trastorno en la vista y molestias hepáticas. Estos síntomas se parecen a los de otras enfermedades, por lo que a la enfermedad de Lyme se le conoce como la gran imitadora.
“Se sospecha que muchos pacientes diagnosticados con fibromialgia, fatiga crónica, enfermedades neurodegenerativas o enfermedades autoinmunes son casos cuyo origen es la enfermedad de Lyme”, explica el doctor Mariano Bueno. Una vez confirmado el diagnóstico clínico de Lyme y realizados los análisis de sangre seleccionados en cada caso por un médico experto, “es importante aplicar un tratamiento lo antes posible para que la enfermedad no avance y destruya o debilite el sistema inmune. Para ello, se utilizan diferentes opciones terapéuticas que pueden llegar a frenar e incluso curar la enfermedad, desde antibióticos a procedimientos avanzados, como la INUSpheresis®, que elimina las toxinas en el organismo con un sistema de filtrado del plasma sanguíneo, la terapia fotodinámica endovenosa laser, la hipertermia corporal y el Papimi”, comenta el doctor Bueno.
Para advertir sobre los riesgos de las garrapatas, la Fundación SOS Lyme ha puesto en marcha la campaña SOS Garrapatas, en la que ha participado la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG). Incluye materiales divulgativos para la población y formación para profesionales sanitarios y veterinarios sobre cómo actuar ante la picadura de una garrapata y evitar que la enfermedad de Lyme se convierta en crónica.