El 70% de la población vivirá en áreas urbanas en 2050

Feb 6, 2025 | Noticias

Hoy en día, más del 56% de la población mundial vive en ciudades, y se espera que esta cifra aumente hasta un 70% para 2050, según datos del Banco Mundial. Con el crecimiento urbano en constante expansión, uno de los mayores retos del urbanismo contemporáneo es diseñar ciudades inclusivas que no solo sean funcionales, sino que promuevan el bienestar de todos los sectores de la sociedad, priorizando la creación de entornos seguros, accesibles y pensados a escala humana.

Partiendo de esta situación, Arup, firma global de desarrollo sostenible, ha identificado una serie de innovaciones en el diseño urbano destinadas a hacer que las ciudades funcionen para todos por igual, de forma que las necesidades particulares de mujeres, niños, adultos y personas en situación de vulnerabilidad sean tenidas en cuenta en los procesos de planificación y diseño urbano.

 

Perspectiva de género: ciudades seguras para las mujeres

Las mujeres enfrentan diversas barreras en las ciudades actuales: discriminación de género, violencia, pobreza y una participación limitada en la toma de decisiones. Con frecuencia, el diseño de las ciudades refuerza estas desigualdades, creando entornos que no solo incrementan la inseguridad, sino que también limitan las oportunidades económicas y sociales para las mujeres.

Para abordar estas desigualdades, es fundamental que las ciudades adopten una perspectiva de género en su planificación y diseño, creando entornos más seguros e inclusivos para todos:

Mejorar la iluminación y seguridad en espacios públicos, especialmente durante la noche. Según un estudio realizado por Arup, una de las principales preocupaciones de las mujeres en los espacios públicos abiertos es la iluminación. Los espacios oscuros provocan malestar, pero una iluminación mal implementada también puede aumentar la sensación de inseguridad.
Diseño de sistemas de transporte que consideren patrones de movilidad femenina, como el «viaje encadenado», que combina el trabajo y las tareas del hogar. Es importante que el transporte público permita una fácil conexión entre zonas residenciales, centros educativos, áreas comerciales y de servicios.
Infraestructuras públicas accesibles, como baños, zonas para cambiar pañales y espacios dedicados a la lactancia, que atiendan de manera integral las necesidades cotidianas de las mujeres.
Centros de ayuda en zonas de tránsito, donde las mujeres puedan acudir en caso de sentirse inseguras.

 

Un diseño pensado para los 3.100 millones de niños y mayores que vivirán en ciudades

Se calcula que 1.000 millones de niños viven actualmente en ciudades. Sin embargo, muchas de ellas no consideran adecuadamente sus necesidades en la planificación, lo que afecta negativamente a su crecimiento y calidad de vida.

Al mismo tiempo, se estima que el número de personas mayores de 60 años se duplicará para 2050, alcanzando los 2,1 mil millones. A medida que las personas envejecen, sus necesidades de vivienda cambian: pueden requerir menos espacio, mayor accesibilidad, proximidad a servicios médicos y, sobre todo, entornos que les permitan mantener su independencia y bienestar. Todo ello requiere que las ciudades se adapten para garantizar que los mayores puedan disfrutar de una vida plena y autónoma en entornos urbanos.

Según los expertos de Arup, para crear entornos que tengan en cuenta las necesidades de ambas poblaciones, promoviendo así el bienestar social de niños y mayores, podrían adoptarse las siguientes medidas:

Crear rutas seguras hacia las escuelas, mejorando los caminos peatonales, carriles bici y señalizaciones.
Parques y áreas verdes accesibles, con senderos bien cuidados y zonas de descanso, diseñados para fomentar la actividad física y mejorar el bienestar de todos los usuarios, así como áreas de juego para los más pequeños.
Reducir la contaminación del aire, implementando zonas de bajas emisiones cerca de escuelas y áreas residenciales para proteger la salud respiratoria de los más pequeños.

Acceso mejorado a servicios de salud, asegurando que centros médicos y servicios de atención estén distribuidos de manera equitativa y accesible.
Transporte público adaptado, con vehículos accesibles y paradas cerca de las residencias y centros de atención.

“El urbanismo del siglo XXI debe responder a las diversas necesidades de quienes habitan las ciudades, desde mujeres y niños hasta personas mayores. A medida que nuestras ciudades continúan creciendo, es esencial que su diseño sea tanto inclusivo como resiliente, capaz de adaptarse a las cambiantes demandas de la población. Nuestro objetivo no es solo crear entornos urbanos funcionales, sino convertir las ciudades en espacios que mejoren la calidad de vida y fortalezcan el sentido de comunidad”, afirma Gabriela Bachiller, Senior Urban Planner de Arup en España.

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