Según Eva Sánchez-Paniagua, veterinaria de Clinicanimal, ocho de cada diez perros y gatos mayores de tres años acabarán teniendo algún problema bucodental. Por ello, en el Día de la Salud Bucodental, Tiendanimal, especialistas en el bienestar animal, quiere poner el foco en un problema que pasa desapercibido para muchos cuidadores: la salud dental de sus compañeros de vida.
“El gran problema es que muchas familias no prestan atención a este tema hasta que hay síntomas evidentes, como mal aliento o dificultad para comer. Pero, para entonces, la acumulación de sarro ya ha podido derivar en una enfermedad periodontal”, comenta la veterinaria.
¿Cuándo hay que empezar a limpiar sus dientes?
La respuesta es clara: cuanto antes, mejor. “Si acostumbramos al animal desde pequeño a que el cepillado es algo normal y le premiamos después, será mucho más fácil mantener una rutina cuando sea adulto”, explica Sánchez-Paniagua.
En casa, lo ideal es usar cepillos y pastas dentales específicas para ellos. También existen productos complementarios como toallitas, colutorios o aditivos para el agua, pero nada sustituye el cepillado.
El cepillado, la mejor herramienta contra el sarro
La enfermedad periodontal es uno de los problemas más comunes en perros y gatos, y puede derivar en infecciones graves o incluso afectar a órganos vitales si no se trata a tiempo. De hecho, según la American Veterinary Dental Society, el 85% de los perros y gatos muestran signos de enfermedad dental antes de los tres años.
Para evitarlo, la experta insiste en que el cepillado regular es la mejor solución. Además, una buena alimentación ayuda: “El alimento seco de calidad favorece la limpieza natural de los dientes, pero no sustituye la higiene dental”, señala.
Además del cuidado diario, es importante hacer revisiones veterinarias al menos dos veces al año. “En consulta podemos detectar problemas antes de que empeoren y realizar limpiezas profesionales si es necesario”, añade Sánchez-Paniagua.
En resumen, cuidar la salud dental de los animales es más fácil de lo que parece, y una buena higiene desde el principio evitará problemas mayores en el futuro. ¡Su sonrisa (y su aliento) te lo agradecerán!