Los ácaros del polvo son el principal motivo de alergia en niños gallegos, por encima del polen, según se desprende un estudio realizado en Lugo, Ferrol, Orense, Pontevedra y Santiago de Compostela que se presenta en el 49º Congreso de la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (SEICAP), que se celebra en el Palacio de Congresos de Santiago de Compostela.
El clima oceánico de la región, con temperaturas suaves, abundantes precipitaciones y un aumento de la humedad, facilita la proliferación de los ácaros del polvo. Entre los niños alérgicos analizados en Galicia, las pruebas cutáneas y serológicas revelan que la mayoría presentaba alta sensibilidad a los principales alérgenos de los ácaros y una sensibilidad menor al polen, al contrario del resto de niños alérgicos analizados en el resto de España.
Estos hallazgos implican que “en regiones como Galicia, donde el clima favorece la proliferación de ácaros del polvo, los médicos deben dar prioridad a la alergia a los ácaros del polvo a la hora de diagnosticar y tratar a los niños alérgicos”, explica la doctora Ana Martínez-Cañavate, presidenta de SEICAP. El estudio también comprobó que los niños más pequeños (de 6 a 10 años) mostraron tasas de sensibilización más altas a los alérgenos de los ácaros, en comparación con los mayores (11 a 15 años).
Para el doctor José Ángel Porto, presidente del comité organizador del Congreso y coautor del estudio, “es importante controlar los ácaros en el domicilio de niños alérgicos, con una adecuada ventilación, limpieza y deshumidificación, especialmente en las zonas más cercanas a la costa. Y, por supuesto, mantener un control desde la pediatría alergológica”.
También se comprobó que casi la mitad de los niños alérgicos (44%) mostró sensibilización al epitelio de animales, y dentro de este grupo, la más frecuente fue la sensibilización al de gatos (80%). El estudio concluye que “los médicos deben tener en cuenta los factores geográficos al tratar las enfermedades alérgicas pediátricas, ya que una comprensión más profunda de estos patrones permitirá una prevención, un diagnóstico y un tratamiento más eficaces de los trastornos alérgicos y, en última instancia, mejorará la calidad de vida de los niños afectados y sus familias”.
Uno de cada cuatro niños es alérgico
SEICAP calcula que uno de cada cuatro niños sufre algún tipo de alergia, pero ese porcentaje se duplicará en los próximos años. “Se ha demostrado que la contaminación del aire, los hábitos de vida occidentalizados unido al calentamiento global, aumenta la prevalencia de las alergias respiratorias y el asma en los niños. Los estudios indican que la exposición a niveles altos de contaminantes ambientales se asocia con un aumento de los ingresos hospitalarios por asma y otras afecciones respiratorias”, explica el doctor Porto. Además, los niveles más altos de CO2 alargan las temporadas de polinización e incrementan las proteínas alergénicas en los granos de polen, lo que los convierte en alérgenos más potentes”, añade.
Una investigación publicada el pasado año en European Respiratory Review revela que el cambio climático intensifica la presencia y alergenicidad de aeroalérgenos como el polen, los ácaros del polvo y los hongos, “lo que puede agravar las enfermedades respiratorias en niños”. Los investigadores aseguran que, debido a la contaminación, se espera un incremento en la concentración de contaminantes como el ozono y las partículas finas, los cuales están asociados con efectos adversos en la salud respiratoria infantil.
La esterilización excesiva de ambientes, la contaminación (microplásticos, gases efecto invernadero…) el uso de antibióticos sobre todo en edades tempranas, unidos a los hábitos de vida occidentalizados, la llamada hipótesis de la higiene, también influyen en el crecimiento de las alergias infantiles, según los expertos reunidos en Santiago de Compostela, debido a la reducción de la exposición a los microorganismos beneficiosos, y una alteración de la microbiota, que son importantes para el desarrollo de un sistema inmunitario saludable.
Alergias alimentarias en auge
En cuanto a las alergias alimentarias, también están aumentando entre los niños españoles, en especial en la primera infancia. En España, las alergias alimentarias suelen ser provocadas por alérgenos comunes, como la leche, los frutos secos, los huevos y el pescado. Un estudio sobre las presentaciones de la anafilaxia en los servicios de urgencias pediátricas en España descubrió que los alimentos eran los desencadenantes en el 87,4% de los casos, siendo la leche y los frutos secos los culpables más frecuentes.
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